A medida que la ciencia avanza, nos va dando respuesta a muchas cuestiones que antes eran desconocidas. Uno de los temas en los que más se ha avanzado es en el análisis de los trastornos alimenticios, y esto es muy positivo.
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Es ahora cuando sabemos que existe algo llamado trastorno por atracón, y que es bastante más común de lo que creemos. Y es que este tipo de enfermedad se ha empezado a diagnosticar incluso en personas en la edad adulta, que llevaban años con preocupación.
Y lo más increíble de todo, es que a menudo este trastorno por atracón está relacionado con otros trastornos, que hay que identificar. Esto hará que las personas con este tipo de condición puedan ser tratados cuánto antes.
¿Te gustaría saber qué es exactamente el trastorno por atracón?. ¿Cuáles son los principales síntomas, para poder identificarte o no?. No te preocupes, porque vamos a darte toda la información posible.
Padecer un trastorno por atracón no tiene que ver, evidentemente, con que uno haga una comida copiosa alguna vez. Consiste en comer habitualmente grandes cantidades de comida y llevarlo más allá de la saciedad, es decir, seguir aunque estemos llenos.
A menudo esos atracones en tan poco tiempo vienen acompañados de sentimientos de vergüenza y de remordimiento, pero esto no evita que se siga comiendo. Además, hay otras características que acompañan a las personas que padecen este trastorno. Por ejemplo, la impulsividad en todas las facetas de la vida, y la incapacidad para organizarse bien.
Esa sensación de frustración, que hace que además no se pueda programar una dieta adecuada, es lo que lleva a los atracones. En otras ocasiones, las personas con trastorno por atracón tienen además tendencia hacia otras adicciones.
Por desgracia, según los expertos, el trastorno por atracón a veces no afecta de manera solitaria. Y es que se está estudiando larelación que hay entre este trastorno alimenticio y el TDAH. Esto es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, y las cifras de relación son de casi el 30%.
Según algunos expertos en el tema, esta relación tiene mucho más sentido del que puedes creer. Precisamente porque los problemas para concentrarse, pueden hacer que no tengas oportunidad de establecer rutinas alimenticias sanas.
Y lo cierto es que el TDAH también ha empezado a ser diagnosticado más a menudo que hace unos años. Sobre todo en personas con más de cuarenta años, que lo padecen desde siempre pero no sabían lo que les pasaba. Esto hace que, a partir de ahora, puedan estar atentos y analizar su forma de comer.
Normalmente, es difícil tratar dos afecciones mentales a la vez. Esto es porque los medicamentos de uno pueden empeorar los síntomas del otro trastorno.
Por suerte, en el caso del TDAH acompañado de trastorno por atracón, el tratamiento conjunto suele ser muy positivo. De hecho, atomoxetina, que es el medicamento principal del TDAH, reduce significativamente los atracones. También sucede con el metilfenidato, que es otro tratamiento para el TDAH.
Por otro lado, en el caso de que te hayas sentido identificado con los síntomas del trastorno por atracón, deberías consultar a un médico. El tratamiento psicológico y el establecimiento de rutinas alimenticias, ayuda mucho.
En definitiva, comer mucho no significa padecer este tipo de trastornos. Ahora bien, no es conveniente comer grandes cantidades en poco tiempo porque puede sentarle mal a tu estómago. Recuerda que una buena rutina alimenticia solamente significa salud.