Si alguna vez has conocido a una persona pelirroja, y has visto que se quejaba menos ante un golpe o una caída, no es casual. La ciencia ha descubierto gracias a un experimento específico que los pelirrojos soportan el dolor mejor que nadie.
Tras esta afirmación ha habido muchas pruebas específicas para llegar a conclusiones correctas. Y es que las células de la piel encargadas de recibir la luz solar, tienen un papel importante en los actos reflejo contra el dolor. Y cada persona, con una piel más o menos clara, tiene unas circunstancias concretas.
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No obstante, las personas que tienen el pelo rojo suelen tener una piel muy clara. Tras esta realidad existe el análisis de que las células de su piel están mejor preparadas para asimilar el dolor que la de otras personas con la piel más oscura.
¿Te gustaría saber por qué? ¡Te podemos asegurar que es realmente interesante!
Seguramente has conocido a alguna persona pelirroja que tenía la piel extremadamente pálida. Es un tipo de color específico, que no tiene que ver con tomar poco el sol si no con tener una condición especial. En concreto, una carencia en las células.
Esta carencia es algo así como un bloqueo de la producción de los pigmentos oscuros para broncearse. De esta forma, sus células tienen un mecanismo que aumenta su susceptibilidad a las quemaduras solares, precisamente porque no se ponen más bronceados. Ahora han descubierto que dicho bloqueo tiene una relación directa con la sensibilidad y la tolerancia al dolor.
Los encargados de protegerse contra las quemaduras solares son los receptores opioides. Y en el caso de las personas pelirrojas, estas producen más señales de los receptores opioides, que las personas con otro color de pelo. Esto quiere decir, en definitiva, que su umbral del dolor está considerablemente más alto.
Pero... ¿Sucede esto con todas las personas que tienen el pelo rojo?
Hay muchos tipos de pelirrojos, y aunque todos tengan el factor común del pelo, también hay diferentes grados. Solamente las personas que son muy pelirrojas, con la piel muy clara, son las que tienen una mutación genética específica. Esta mutación, que adapta su cuerpo a no broncearse y poder quemarse con el sol, es la que hace que toleren mejor el dolor.
En el caso de que conozcas a algún pelirrojo, siempre le puedes recomendar que se haga unas pruebas médicas. Esto le hará saber si tiene dicha mutación genética, y si por tanto es posible que sienta menos dolor.
Esta fortaleza, que hace que algunas personas tengan el umbral del dolor más alto, no solamente sirve en caso de un golpe casual. De cara a posibles enfermedades, dichas personas podrían tener una mayor capacidad de aguante y fortaleza.
Para poder llegar a estas conclusiones hizo falta un experimento que fue en el Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos. Utilizaron algunos ratones pelirrojos que tenían exactamente la misma mutación genética en sus melanocitos que las personas con el pelo rojo.
Los animales, en el experimento, secretaban niveles más bajos de las hormonas implicadas en la sensibilidad al dolor y el bloqueo del mismo. Esto es lo que se ha deducido que sucede también con las personas con pelo rojo. Y es un conocimiento realmente útil para experimentar en el futuro.
Si se logra llegar a emular dichos receptores contra el dolor que algunas personas tienen, se podrá sobrellevar mejor algunas enfermedades que producen dolor constante. Y de esta forma conseguir grandes avances científicos.