En el apogeo del verano, cuando las mejores playas llaman y los chiringuitos exponen su menú, la voluntad por mantener una dieta equilibrada puede tambalearse. En este contexto, expertos, incluyendo a los de Harvard, destacan un detalle sorprendente: la hora en que ciertos alimentos, como la paella, pueden causar más aumento de peso.
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Mientras el sol brilla y las temperaturas suben, el deseo de mantenerse en forma a menudo se enfrenta a desafíos. Un estudio realizado por Nutritienda reveló que en España, el 61% de la población engorda durante el verano, con un incremento promedio de tres kilogramos. En casos extremos el aumento alcanza 5 kilos, especialmente entre las edades de 45 y 53 años, según el Instituto Médico Europeo de Salud (IMEO).
Los chiringuitos, las cervezas y tapas son culpables, pero Rubén Bravo, experto en nutrición del IMEO, aclara que la pérdida de rutina y horarios lleva a este aumento de peso.
Además de las calorías extra que aportan las bebidas y los aperitivos, los horarios desordenados pueden influir en nuestro reloj biológico y en la regulación del ciclo hambre-saciedad.
En esta línea, el trabajo de la bióloga y experta en nutrición Sofia Lotti, de la Universidad de Florencia, señala la importancia del cronotipo en la composición corporal. Los "vespertinos", aquellos que tienden a mantenerse despiertos hasta tarde, parecen tener una mayor tendencia al sobrepeso en comparación con los "matutinos", que se sienten más activos durante la mañana. Esto sugiere que la hora en que nos sentamos a comer también influye en nuestro peso.
Entonces, ¿Cuál es el momento perfecto para comer sin preocuparse por el aumento de peso? Según la Dra. Elena Soria de Clínica Menorca, mantener horarios regulares para las comidas es esencial.
Recomienda hacer todas las comidas en una ventana de 12 horas, por ejemplo, desayunar a las 8 de la mañana y cenar a las 8 de la tarde.
Además, aconseja distribuir las calorías a lo largo del día, con la cena representando solo el 15-20% de la ingesta diaria.
Soria también destaca la importancia de comer en un rango de tiempo específico, idealmente entre las 12:30 y las 13:30 horas, siguiendo horarios europeos. Comer más temprano permite al cuerpo metabolizar los alimentos de manera más eficiente y evitar los efectos negativos de cenar demasiado tarde.
El sueño también es crucial para perder peso. Durante el ciclo de sueño profundo, el cuerpo se relaja y libera hormonas para recargar energía, por lo que cenar tarde ralentizaría el metabolismo y dificultaría perder peso.
En definitiva, ya sea elegir el ayuno intermitente o las 5 comidas al día, lo esencial es mantener una dieta equilibrada, consumir calorías adecuadas y fijarse cuándo comes. Las elecciones saludables, moderación y buena hidratación son clave para disfrutar del verano sin preocuparse por el aumento de peso. Los expertos confirman que la hora de las comidas también influye en mantener un peso adecuado durante las vacaciones.