Muchas personas se han despertado alguna vez con la almohada mojada por la saliva que han derramado durante la noche. Este fenómeno, conocido como babeo o sialorrea, suele ser inofensivo y no indica ningún problema de salud grave.
Sin embargo, en algunos casos, el babeo puede ser un síntoma de alguna condición médica que requiere atención. A continuación, te explicamos algunas de las posibles causas del babeo y cómo prevenirlo.
El babeo es la salida involuntaria de saliva de la boca, que puede ocurrir tanto en el estado de vigilia como en el sueño. La saliva es un fluido producido por las glándulas salivales, que tiene varias funciones importantes,
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Entre estas estarían humedecer la boca, facilitar la masticación y la deglución, proteger los dientes y las encías, y ayudar a la digestión.
Normalmente, la producción de saliva se regula según las necesidades del organismo, y se traga de forma inconsciente unas 600 veces al día. Sin embargo, cuando hay un desequilibrio entre la producción y la eliminación de saliva, se produce el babeo.
El babeo puede ocurrir por varias razones, como:
En la mayoría de los casos, el babeo no es una señal de alarma y no tiene consecuencias negativas para la salud. De hecho, puede ser una indicación de que se ha dormido bien y se ha alcanzado un nivel óptimo de relajación. Sin embargo, existen algunas situaciones en las que el babeo puede ser un signo de un problema más grave, como:
Se trata de una condición en la que el ácido del estómago sube hacia el esófago, causando irritación y ardor. Esto puede estimular la producción de saliva como un mecanismo de defensa para neutralizar el ácido. El reflujo puede provocar complicaciones como úlceras, esofagitis o cáncer de esófago.
Se trata de un trastorno en el que se producen pausas en la respiración durante el sueño, reduciendo el nivel de oxígeno en sangre. Esto puede causar ronquidos, somnolencia diurna, hipertensión arterial o problemas cardíacos.
El babeo puede ser una manifestación de que se tiene dificultad para respirar por la nariz y se respira por la boca.
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que afecta al movimiento y al equilibrio. Uno de sus síntomas es la disminución del reflejo de deglución, lo que provoca una acumulación de saliva en la boca y su salida involuntaria. El babeo puede interferir con el habla, la alimentación y la calidad de vida.
Se trata de una pérdida del movimiento voluntario de los músculos faciales, que puede deberse a una lesión nerviosa o a una infección viral. Esto puede provocar una alteración en el cierre labial y una dificultad para contener la saliva. El babeo puede causar molestias e infecciones en la piel.
Se trata de un episodio breve en el que se interrumpe el flujo de sangre al cerebro. Esto causa síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular. Esto puede afectar a la capacidad de tragar, hablar o controlar los músculos faciales.
El babeo puede ser una señal de que se ha sufrido un ataque isquémico transitorio, que puede ser un aviso de un accidente cerebrovascular futuro.
Para prevenir el babeo, se pueden adoptar algunas medidas simples, como: