A lo largo de todo el verano las costas españolas se llenan de vida y actividad, atrayendo a millones de turistas deseosos de disfrutar del sol, la arena y el mar.
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Una situación buenísima para nuestra economía, por lo que resulta preocupante que se diga que nuestra costa tienen tiburones cuando no es así.
La temporada estival del 2023 ha recibido alrededor de 50 millones de visitantes, recuperando así los números pre pandemia. Sin embargo, un inusual factor ha comenzado a preocupar a los turistas, en particular aquellos provenientes del Reino Unido, uno de los principales países emisores de turismo internacional.
Los avistamientos de tiburones en las costas españolas alerta a la prensa británica, lo que podría influir en la elección de destinos de vacaciones.
Un artículo en The Sun titula: "Los tiburones rondan en las zonas vacacionales españolas y desconcierta a los científicos tras cuatro avistamientos en una semana".
Para arrojar luz sobre este fenómeno, el medio británico ha entrevistado a Gavin Naylor, director del Programa de Investigación de Tiburones de Florida. Naylor hace un llamado a la tranquilidad y sugiere que estos avistamientos podrían ser pasajeros y no necesariamente indicarían una tendencia duradera.
Naylor añade que aunque estos avistamientos rápidos desconciertan a los científicos, zonas que tuvieron ataques de tiburones en poco tiempo volvieron a la normalidad sin repetir estos incidentes.
"Son picos que vienen en oleadas. No significa que esas áreas se conviertan en lugares de fácil acceso para los tiburones y, por lo tanto, peligrosas", aclara Naylor.
En el pasado, las costas andaluzas han sido testigos de avistamientos de tiburones en distintos puntos. Las playas de Fuengirola y Benajarafe han presenciado la visita de tiburones marrajo. También se vieron en la playa de El Palmar en Cádiz y diversas playas en Almería como Aguadulce.
El Zapillo, Roquetas de Mar y Vera también han tenido sus encuentros con estos magníficos depredadores. Además, se han realizado capturas de tiburones azules de gran tamaño en alta mar y se han reportado avistamientos de tiburones blancos.
A pesar de estos encuentros con tiburones, los ataques a personas en aguas españolas han sido muy escasos. Desde 1847 hasta la fecha, solo se han confirmado dos ataques de tiburones a humanos en aguas españolas, ambos con personas heridas.
El primer ataque documentado tuvo lugar en Tarifa, Cádiz, el 18 de marzo de 1986. La víctima, J.L. Pérez-Díaz, practicaba windsurf a 300 metros de la playa cuando fue atacado por un tiburón en la pierna.
La víctima sobrevivió al ataque, pero tuvo que enfrentar graves heridas y la amputación de su pie derecho.
El segundo ataque de tiburón registrado en España ocurrió el 4 de septiembre de 1993 en la playa de Las Arenas, Valencia. Un médico valenciano fue mordido en la pierna por un tiburón pequeño de dos metros de longitud, resultando en la amputación de los cinco dedos de su pie.
Aunque existen otros incidentes no oficiales documentados, en general, los ataques de tiburones a personas en aguas españolas han sido extremadamente raros y poco mortales.
En resumen, los avistamientos de tiburones en las costas españolas pueden generar preocupación, pero la ciencia sugiere que son pasajeros y que las probabilidades de ataques reales son muy bajas. La convivencia con estas criaturas marinas majestuosas puede lograrse con precaución y respeto mutuo.