Para los no versados en fauna, un aligátor es un reptil con na apariencia muy similar al cocodrilo, tanto en color como en forma. Su tamaño es más pequeño y tiene un hocico aplanado, más ancho. Este animal suele vivir en zonas subtropicales y templadas, manteniendo una dieta carnívora.
Una de las últimas noticias en el mundo de la fauna es el descubrimiento de un nuevo aligátor ya extinto. El cráneo se descubrió en el año 2005 pero se catalogó incorrectamente como un aligátor chino, hasta un nuevo estudio del mismo. Al tratarse de una especie desconocida, tal y como han descrito en la revista Scientific Reports, lo han bautizado como Alligator munensis, dada su cercanía al río Mun.
A través del estudio de un cráneo foslizado, casi completo, hallado en Tailandia se ha podido llevar a cabo toda la identificación de esta especie. A su cargo han estado los investigadores Gustavo Darlim y Márton Rabi, (Alemania) y Kantapon Suraprasit y Pannipa Tian (Bangkok). Por la datación del cráneo, esta criatura vivió al menos hace 230.000 años.
Una de las razones por las que este hallazgo es tan significativo es que facilite comprender la evolución y extensión de los aligátores en Asia. Los investigadores creen que ambas especies podrían tener un antepasado común en las tierras bajas de los sistemas fluviales Yangtze-Xi y Mekong-Chao Phraya.
Para ello, han relacionado el A. Munensis con otras especies -tanto extinguidas como vivas- para estudiar su evolución. Entre los vivos se encuentran el aligátor americano o Alligator Mississippiensis, aligátor chino o Alligator Sinensis y aligátor de anteojos o aligátor crocodilus.
El hecho de que se le confundiera con un aligátor chino ya nos da una idea de que hay muchas similitudes entre ambas especies. Por ejemplo, comparten una pequeña abertura en el paladar, también tienen una cresta en la parte superior del cráneo y tras las fosas nasales. Pero no todo es igual.
Cuenta con rasgos craneales exclusivos que han permitido diferenciarlo de su congénere. Tiene un hocico ancho y corto, un cráneo alto, un número reducido de cavidades dentales y orificios nasales alejados de la punta del hocico. De esta forma, su aspecto sería más ancho y redondeado.
Como curiosidad, este aligátor contaría con dientes de gran tamaño que le permitirían triturar hasta conchas y caparazones. Por ello, en el estudio han reflejado que esta criatura podría haber comido animales con exoesqueletos duros.
Los investigadores han propuesto una hipótesis relacionada con el cambio de la orografía. Hace entre 23 y 5 millones de años se produjo un aumento de la elevación de la meseta tibetana sudoriental. Esto pudo ser la causa de que se separan y diera lugar a una evolución diferente de ambas especies.
Para saber si éstas fueron las auténticas causas, tendremos que esperar a nuevos avances.