Si quieres aprender cómo puedes purificar el agua en tu propia casa, anímate a hacer el experimento del Dr. Jorge Poveda Arias y Marina Pérez Ferrer,
Estudiante de cuarto curso de Educación Infantil.
Asignatura: Actividades Experimentales para el Descubrimiento del Entorno.
Universidad de Valladolid. Campus María Zambrano (Segovia).
Este proceso se puede ver de manera orgánica en la naturaleza, donde el agua va filtrándose al pasar por todos estos tipos de minerales.
De esta manera, podemos encontrar agua limpia en los manantiales, por ejemplo.
Esta purificación de agua es muy ventajosa, ya que nos permite habilitar el agua sucia y así reutilizarla.
Este proceso lo encontramos también en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), las cuales, a través de diferentes procesos de eliminación de residuos, consiguen volver a darle un nuevo uso.
Este proceso se divide en diferentes fases:
Al montar las capas de diferentes grosores conseguimos niveles de diferentes espacios.
Por los cuales se van atrapando las partículas sólidas del agua sucia que añadimos.
Filtrando en un principio las más gruesas y mientras el agua baja, las partículas serán más finas hasta conseguir el agua limpia y así darle un nuevo uso.
Siempre sin olvidar que este proceso no potabiliza el agua, es decir, no sería apta para el consumo humano. Las estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP), son las que se encargan de que el agua contaminada se vuelva apta para el consumo humano. Todas ellas siguen una serie de etapas:
A través de este experimento se pretenderá limpiar agua sucia mediante filtrados naturales. Para ello necesitaremos una serie de materiales:
Cortaremos la base de nuestra botella para que la boca de esta nos sirva como embudo.
En el tapón de esta misma botella realizaremos un pequeño agujero para que pueda salir el agua.
Para la realización de estas capas tendremos que cerrar la botella con el tapón agujereado e ir creándolas.
Empezando por el algodón y colocando cada uno de los materiales de más fino a más grueso (arena fina, arena gruesa, pequeñas piedras, etc.).
Colocaremos nuestra botella sobre el tarro de cristal para que pueda verse el agua saliente e introduciremos agua sucia (agua con tierra) poco a poco.
Vemos cómo esa misma agua reaparece limpia y se podrá comparar con la que teníamos al principio, antes de echarla en nuestro filtro purificador.