¿Quieres aprender cómo funciona el aparato circulatorio de una forma práctica y divertida? Realiza en casa este experimento.
Un experimento del Dr. Jorge Poveda Arias y Tania Monteiro Pereira, estudiante de cuarto curso de Educación Infantil.
Asignatura: Actividades Experimentales para el Descubrimiento del Entorno. Universidad de Valladolid. Campus María Zambrano (Segovia).
Nuestro organismo está compuesto por varios aparatos y sistemas. El encargado de transportar la sangre por todo el cuerpo es el aparato circulatorio.
Cumple dos funciones principales:
El aparato circulatorio está compuesto por el corazón y los vasos sanguíneos:
El corazón es el motor que se encarga de impulsar la sangre por el cuerpo.
Late de forma constante y rítmica realizando dos movimientos:
Los vasos sanguíneos son la “carretera” por la cual circula la sangre que impulsa el corazón.
Existen tres tipos:
Ahora bien, ¿cuál es el recorrido de esta circulación? Para una mejor comprensión debemos
Fijarnos en la figura de arriba y seguir el recorrido de las flechas.
Se diferencian dos partes: el azul representa la sangre viciada que llega desde las distintas partes del cuerpo; el rojo, la sangre que sale de los pulmones oxigenada.
Para comprender el recorrido nos fijaremos primero en el lado izquierdo.
La vena cava recoge las sustancias de desecho y las dirige hacia los órganos encargados de expulsarlas.
La sangre viene cargada de CO₂ y este se elimina a través de la respiración, para ello, entra en el corazón y de ahí se dirige a los pulmones por la arteria pulmonar.
Una vez en los pulmones cuando exhalamos elimina el CO₂ y cuando inhalamos aire recoge el O₂ necesario para vivir.
La sangre que sale oxigenada de los pulmones vuelve de nuevo al corazón, pero al lado derecho, por la vena aorta.
De aquí, sale por la arteria aorta y se ramifica por los distintos órganos para proporcionarles el oxígeno y nutrientes necesarios para vivir.
Una vez allí, a través de los capilares se produce el intercambio de sustancias: nutrientes, desechos y gases (CO₂ y O₂).
Y de nuevo se repite este circuito en forma de ocho donde podemos diferenciar dos tipos de circulación.
Los materiales que necesitamos para elaborar el experimento son los siguientes (figura 2):
Para empezar, recortamos los tapones de los envases según el diámetro del tubo y los unimos (figura 3).
Para ello, usamos una pistola de silicona para sellar. En cada extremo del tubo debe haber un envase (figura 4).
Esto nos servirá para representar las cuatro cavidades del corazón (ventrículos y aurículas).
Los tubos simbolizan las válvulas que separan los ventrículos de las aurículas.
A continuación, rellenamos los botes con agua y 3 gotas de colorante alimenticio: uno de color azul y otro rojo (figura 5).
Unimos todo y comprobamos si tiene alguna fuga, de ser así, con la pistola de silicona sellamos estos escapes (figura 6). El color azul representará la sangre viciada y el rojo la sangre oxigenada.
Después, preparamos la base del experimento con el cartón.
Primero delineamos la forma de los envases y recortamos para poder encajarlos a la hora de su demostración (figura 7).
Para ello, nos servirá de modelo la figura 1 que encontramos en el apartado que recoge la explicación científica.
A continuación, se muestra el resultado final del experimento:
A continuación, se describen los pasos a seguir para enseñar a los niños y niñas cómo funciona el sistema circulatorio.
Lo haremos propiciando un ambiente agradable que invite a la reflexión del alumnado.
Iniciamos mostrando las partes que componen el aparato circulatorio: corazón y vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares.
Recordamos sus funciones de una forma comprensible para los pequeños.
El corazón es el “motor” y los vasos son la “carretera” del aparato circulatorio, podemos añadir que, la sangre es el “coche” que circula por esa carretera.
Para demostrar cómo el corazón funciona al igual que un motor impulsando la sangre a través del cuerpo utilizamos los envases.
Simulamos los movimientos de contracción (sístole) y relajación (diástole):
Para la sístole (contracción), hay que estrujar el envase (figura 9). Esta acción hará pasar la sangre de las aurículas a los ventrículos. De ahí, la impulsará al resto del cuerpo.
Para la diástole, dejamos de estrujar el envase y volcamos. Hay que aclarar que cuando el corazón se relaja la sangre entra por las venas al corazón.
La función de las válvulas. Se abren para dejar pasar la sangre y se cierran para que esta no retroceda. Pellizcamos las válvulas para demostrarlo (figura 10).
A continuación, debemos explicar el recorrido de nuestra circulación y las funciones principales que cumple. Para ello, nos ayudaremos de las flechas:
Hablamos de los órganos. Estos expulsan desechos que nuestro cuerpo no necesita y deben ser eliminados. A su vez, también necesitan sustancias para vivir.
La sangre de las venas es la encargada de recoger los desechos, esto ocurre en los capilares (figura 11), llevándolos hacia los órganos encargados de expulsarlas y hacia la aurícula derecha del corazón, de ahí pasa al ventrículo derecho y de este a los pulmones para liberar el CO₂ y recoger el O₂ necesario para nuestro cuerpo.