En biología, la nomenclatura binomial es esencial para integrar el sistema de nombres en las ciencias de la vida.
Por lo tanto, asignar un identificador de nombre único en particular para una especie en particular en diferentes idiomas.
La nomenclatura binomial es utilizada especialmente por taxónomos para nombrar o identificar una especie de un organismo en particular. Se utiliza para dar un nombre científico a una especie que a menudo se basa en el idioma griego o latino. Aunque el latín es ahora un idioma difunto, la denominación de organismos todavía se usa en este idioma.
El nombre científico que designa a una especie está compuesto por dos palabras en latín, la que se refiere al género y un nombre concreto que caracteriza a la especie. El nombre de género es compartido por especies semejantes, el específico es un calificativo que puede designar a distintas especies.
Por ejemplo: Hommo (género) Sapiens (descriptor). Desde el principio de los tiempos, los hombres han intentado calificar y catalogar a todos los seres vivos que se encuentran en el planeta. Aristóteles fue el primero en hacer la primera clasificación en el siglo IV a.C. diferenciando dos reinos, el vegetal y el animal.
Siglos más tarde, en 1969, Robert Whittaker clasificó en 5 los reinos de los seres vivos: Moneras, Protoctistas, Fungi, Metafitas y Metazoos.
La taxonomía es la ciencia que se ocupa de las leyes y reglas de clasificación para ordenar de manera sistemática y asignar un nombre común (científico) a todos los seres vivos.
Esta ciencia es importante dado que existe una gran variedad de seres vivos que habitan nuestro planeta.
Y una catalogación jerarquizada se convierte en esencial para enmarcar a cada especie en el reino que le corresponde. Carl von-Linné (Carlos Lineo) es considerado el fundador de la Taxonomía y fue el primero en realizar una clasificación jerarquizada de los seres vivos:
Reinos, Filo o división, Clase, Orden, Familia, Género y Especie.
Los humanos pertenecemos a la especie Homo Sapiens, de género Homo, de la familia de los Homínidos. Orden de los Primates, clase Mamíferos, fílo Cordado y reino Animal.
Y expuso el Sistema natural, en el cual se presentaban ciertas reglas que hacían posible estandarizar la manera de denominar a las especies. Sus recomendaciones fueron muy bien aceptadas y actualmente todavía siguen en uso.
Este sistema de Nomenclatura binomial comprende las siguientes características:
Igualmente, tiene gran importancia la nomenclatura única para cada especie, que es también una labor esencial de la Taxonomía. Generalmente, los nombres se componen de dos palabras latinas o griegas. La primera se refiere al género y la segunda a la especie.
El Reino Moneras comprende a los organismos unicelulares o procariotas (una sola célula sin núcleo).
Están formados por una única célula y no tienen un núcleo definido, son los organismos más elementales. Les caracteriza un tamaño muy reducido, imperceptible para el ojo humano y se extienden por toda la superficie del planeta. Consisten esencialmente en bacterias y algas verdes azuladas.
El Reino Protoctista (o Protista) es muy variado. Comprende a seres vivos que no pueden encuadrarse en ningún otro reino porque no son plantas, animales ni hongos. Contiene organismos unicelulares y pluricelulares con células euarióticas, de núcleo definido y envuelto por una membrana nuclear. Son de reducido tamaño, y no poseen la habilidad para formar tejidos.
El componente más conocido de este reino es la ameba. También pertenecen a este reino los protozoos y las algas. Presentan simultáneamente características animales y vegetales, lo que ha dado lugar muchas dificultades para su clasificación.
El Reino Fungi, se denomina también el reino de los hongos, contiene setas, levaduras y mohos. Poseen características comunes con animales y plantas, pero con tantas excepcionalidades que no se pueden incluir en ningún otro reino. Son seres vivos que pueden ser unicelulares o pluricelulares y que no pueden formar tejidos. Sus células se agrupan formando un cuerpo filamentoso y muy ramificadas.
Plantas y hongos disponen de pared celular, en las plantas está formada por celulosa y en los hongos por quitina. Se distinguen de las plantas en que no hacen fotosíntesis. Son heterótrofos (necesitan a otros para su alimentación) y pueden clasificarse en:
Se reproducen por medio de esporas.
En el Reino Metafitas, los organismos viven anclados en el suelo y pueden fabricar su propio alimento por medio de la fotosíntesis, son autótrofos.
Son organismos pluricelulares y los núcleos de sus células eucarióticas están cubiertos por una pared de celulosa. Su ciclo de reproducción es dual, en una etapa de su vida la reproducción se realiza a través de esporas y en otra etapa se reproduce por medio de cigotos. Tienen la capacidad de crear un organismo completo partiendo de un trozo (esqueje) de un ejemplar adulto.
El Reino Metazoos comprende el reino animal, es muy amplio y a él pertenecen los seres humanos, la especie Homo sapiens. Los animales que pertenecen a este Reino están constituidos por células que tienen el núcleo diferenciado y no poseen pared celular.
Estas células se unen de forma coordinada y específica formando tejidos que a su vez van a formar órganos y estos aparatos. Permitiendo que se cumplimenten las funciones vitales, como la respiración, la alimentación, la locomoción o la procreación. Se nutren de forma heterótrofa (alimentos creados por otros seres vivos) y su reproducción es sexual.
La función de la respiración es única, absorben oxígeno y expulsan dióxido de carbono. Las células nerviosas poseen la capacidad de responder a estímulos externos, y el movimiento es una particularidad de todos los animales. Poseen una estructura ósea y muscular que les sirve para desplazarse y poder desempeñar las necesidades básicas.