En estos días, los astrónomos no dejan de sorprendernos con sus nuevos hallazgos. En esta ocasión, se trata de un exoplaneta (quiere decir, planeta fuera del Sistema Solar) que pareciera una estrella debido a su gran brillo. Su nombre es LTT 9779 b.
Fue en el año 2020 cuando se descubrió por primera vez el exoplaneta LTT 9779 b, a cargo de un equipo dirigido por James Jenkins, de la Universidad de Chile. En aquel entonces, ya causó un enorme revuelo pues todas sus características implicaban que no debería de existir, pero existía.
Este planeta tiene el tamaño de Neptuno, siendo 4,7 veces mayor que el radio de la Tierra. Orbita tan cerca de su estrella que uno de nuestros años, allí, dura solo 19 horas. Lo más increíble es que, a pesar de que alcanza unas temperaturas altísimas ¡cuenta con atmósfera propia!
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Así lo explican en el estudio publicado en 'The Astrophysical Journal Letters' y dirigido por el astrónomo Ian Crossfield, de la Universidad de Kansas. El hallazgo era -y es- impresionante, pues su temperatura supera los 1.650 grados centígrados, lo que supondría que la atmósfera debería de haberse evaporado. Esto dio lugar a una nueva pregunta ¿Por qué este planeta no se convirtió en un núcleo roca?
Si algo han dejado claro los científicos que lo han estudiado es que es un ejemplar único. "No creo que podamos encontrar muchos más ejemplos como éste orbitando en otras estrellas tan brillantes", afirmó Crossfield.
A 260 años luz de distancia se encuentra el exoplaneta LTT 9779 b. Es «un mundo en llamas, cerca de su estrella, con pesadas nubes de metales flotando en el aire, haciendo llover gotas de titanio», afirmó Jenkins.
Lo describen como un planeta cubierto de nubes metálicas reflectantes, formadas por silicato y mezclado con metales como el titanio. Esto ha dado lugar a que refleje el 80 % de la luz que recibe de su estrella. Así se describe en el reciente estudio que publica Astronomy & Astrophysics, donde se mostraría que tiene un efecto similar al de un espejo.
Este porcentaje de transmisión de luz lo ha convertido en el planeta más brillante hasta la fecha. En nuestro Sistema Solar, el planeta que más luz refleja es Venus y lo hace a un 75%, mientras que la Tierra refleja un 30%.
La hipótesis que se baraja es que este exoplaneta puede tener formar nubes metálicas, a pesar de su alta temperatura, porque la atmósfera está sobresaturada. ¿De qué? De los vapores de silicatos y metales que antes citábamos.
También es la primera vez que se encuentra un planeta de este tamaño y masa en órbita, tan cerca de una estrella, y ultracaliente. Anteriormente, se habían descubierto "Júpiter" ultracalientes, no "Neptunos".
Por todo ello, los científicos señalan que este planeta no debería de existir. Lo esperado hubiera sido que la atmósfera hubiera sido arrastrada por la estrella, quedándose en un núcleo roca.
«Las nubes reflejan la luz y evitan que el planeta se caliente demasiado y se evapore. Además, ser altamente metálico hace que el planeta y su atmósfera sean pesados y más difíciles de volar», explicó Sergio Hoyer, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella (Francia).
Os mantendremos al tanto de los nuevos descubrimientos de LTT 9779 b.