Desde tiempos inmemoriales, la Luna ha sido un objeto que ha fascinado al ser humano. Hoy día, no cabe duda de que el interés por ella permanece. Las civilizaciones antiguas le han rendido culto y múltiples actividades se han asociado a sus diferentes fases, que incluso hoy se mantienen.
En base a la civilización y su cultura, se han atribuido a cada una de sus fases una simbología ancestral. Lo podemos encontrar en los mitos y leyendas que han llegado hasta nuestros días, como el hombre lobo. Pero no todo son mitos, ni todo son leyendas.
Lo que entonces solo era demostrable por observación, la ciencia hoy viene a reafirmarlo. Un ejemplo sencillo es su influencia sobre las mareas o sobre los ciclos naturales de las plantas. Incluso sobre el propio ser humano y nuestra biología también tiene sus efectos.
Las fases lunares son cuatro: luna nueva, luna creciente, luna llena y luna menguante. El ciclo de la luna dura 28 días, 27,32 para ser más exactos, tiempo en el que tarda en rotar alrededor de su eje.
Para entender por qué se producen estas fases de la luna tenemos que tener en cuenta que la Tierra, la Luna y el Sol realizan su danza orbital. Según dónde se encuentren cada una de ellas, la parte de la luna que queda a la vista y la que queda oculta, cambia. Mientras la luna realiza su giro alrededor de la Tierra, la cantidad de luz que la ilumina varía, dando lugar a las fases.
¿Es posible que la luna afecte a las personas?. Ante esta pregunta me respondieron ¿Por qué no, si el cuerpo del ser humano tiene un alto contenido en agua?. Y, prosiguió, ya hemos visto cómo afecta la luna a las aguas del mar ¿Por qué sería diferente?
Una de las creencias del efecto de la luna sobre las personas la encontramos en la menstruación. Esta palabra viene de "Mensis" palabra latina que significa mes o ciclo lunar. A su vez, "mensis" proviene de la mitología griega "Menaes", que hace referencia a las cincuenta diosas de los meses lunares.
El ciclo menstrual típico de la mujer es de 28 días, al igual que el de la luna. Después, en función de cada mujer y de la producción de cada ovario, este ciclo puede variar tanto mensualmente como de mujer a mujer.
Hay muchas personas que describen que según la fase de la luna pueden tener cambios y variaciones en su estado de ánimo. Incluso hay psiquiatras y psicólogos que afirman, según lo que ven en consulta, que esto podría ser verídico. Además, no es una cosa moderna, pues la palabra "lunático/a" lleva en nuestro vocabulario mucho tiempo.
La palabra lunático deriva del latín lunaticus, que significa "de la luna". La Real Academia de la Lengua lo describe como que padece locura, no continua, sino por intervalos. Por ello, popularmente, se relaciona este cambio en el estado de ánimo con las fases de la luna.
A la luna llena se le atribuyen momentos de mayor pasión, razón por la que también podría haberse asociado siempre al romanticismo. Por esta misma causa, también hay profesionales que consideran que podría relacionarse con un aumento de fertilidad.